Archivo del blog

miércoles, 8 de abril de 2009

LAS BOLSAS DE PLASTICO… UNA PLAGA AMBIENTAL

"Estamos extrayendo recursos de la tierra y destruyéndola para usar durante 10 minutos una bolsa de plástico"

El incremento del uso de bolsas de plástico como embalaje y envase generalizado para el transporte y contención de todo tipo de bienes y productos, ha aumentado considerablemente, multiplicando su nocivo impacto ambiental. Esto sucede porque sin duda las bolsas son prácticas, limpias e impermeables, en los supermercados y comercios en general nos las entregan gratis.
De esta forma nos hemos olvidado de la preocupación de llevar nuestras propias bolsas para transportar las mercancías, y además, el costo ambiental para estas empresas queda fuera del costo real de este tipo de envases y embalajes. Estas bolsas plásticas han invadido todos los paisajes, no existiendo lugar alguno donde no encontremos una de ellas o rastros de alguna de ellas, siendo un problema creciente su proliferación.
En muchos casos son utilizadas una sola vez, generando de esta manera

una masa de residuos no degradables imposible de controlar.
El 60% de los desperdicios
producidos por los hogares en el mundo proviene de bolsas plásticas y envases utilizados y no reciclados.
El primer perjuicio ambiental es que estos plásticos, sea el polietileno o el polipropileno, son materiales no biodegradables, es decir que no se degradan en la naturaleza, Cualquier elemento plástico puede tardar más de 400 años en degradarse. Hoy, 18.000 piezas de basura plástica están flotando en cada kilómetro cuadrado de océano y miles de animales marinos mueren cada año al confundir las bolsas con calamares y pulpos.
El segundo es que el plástico es un derivado del petróleo, recurso no renovable y por lo tanto, a medida que se utiliza se extingue y aumenta su costo. Por ello es que, cada bolsa de plástico que se utiliza a diario tiene un alto costo medioambiental, a pesar de su bajo precio en el mercado.

Existe un creciente movimiento internacional dirigido a prohibir o desalentar el uso de las bolsas de plástico debido a los problemas que causan al medio ambiente. Países como Irlanda o Australia están atacando este asunto y las acciones empiezan a agitarse en los Estados Unidos.
La ubicua bolsa de compras de plástico, tan útil para tantas cosas, desde llevar las compras del día hasta deshacerse de las heces de las mascotas, puede ser una víctima de su propio éxito. Aunque las bolsas de plástico no se hicieron de uso masivo hasta inicios de los años ochenta, los medios ambientalistas estiman que cada año se usan entre 500 mil millones y un billón de ellas. ^
Las bolsas plásticas agotan los recursos naturales, consumen energía para su manufactura, crean basura, asfixian especies marinas y aumentan los rellenos sanitarios.

Sabías que...
► Las primeras bolsas de plástico para sándwiches fueron introducidas en 1957. Las tiendas de departamentos comenzaron a usar bolsas de plástico a fines de la década de 1970, y las cadenas de supermercados las empezaron a usar a inicios de los años ochenta.
^ Entre mil millones y un billón de bolsas plásticas se usan en todo el mundo cada año.
►Uno de los más dramáticos efectos de las bolsas se ve en la vida marina. Cerca de 100,000 ballenas, focas, tortugas y otros animales marinos son muertos por las bolsas de plástico cada año en todo el mundo, de acuerdo a Planet Ark, un grupo ambientalista internacional.
•En Australia, cerca del 90 por ciento de los negocios minoristas han firmado acuerdos voluntarios con el gobierno para reducir el uso de las bolsas de plástico. Una ley que entró en vigor el año pasado requiere que los restaurantes, supermercados y las bodegas, cobren a los clientes por las bolsas y los utensilios de plástico. Una de las principales preocupaciones es la basura. En China, las bolsas de plástico que vuelan por las calles son llamadas "contaminación blanca". En Sudáfrica, las bolsas son tan notorias en el campo que se han ganado el despreciativo título de "flores nacionales".

BOLSAS DE PLASTICO ENVENENAN EL PAIS

Organizaciones ecologistas internacionales y legisladores mexicanos alertan que el uso indiscriminado de bolsas de plástico en el país está generando un daño ambiental irreversible; un envenenamiento paulatino que otras naciones, excepto México, combaten como emergencia desde diferentes frentes.

El Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW, por sus siglas en inglés), así como Greenpeace, coinciden en que estos empaques tardan en biodegradarse entre 400 y mil años.

La Agencia de Protección Ambiental en Estados Unidos calcula que cada persona usa seis bolsas de plástico por semana en el mundo; 24 al mes y 288 al año. Sólo se recicla 1%. En México, dice el senador Guillermo Tamborrel Suárez, de la Comisión de Medio Ambiente de Recursos Naturales y Pesca, utilizamos 20 millones de bolsas cada día.

Sandra Herrera Flores, subsecretaria de Fomento y Normatividad de la Semarnat, dijo que de acuerdo con su peso, sólo 1% del total de los residuos que se desechan en todo el país corresponde a bolsas de plástico. En este sentido, considera, los botes de pintura son un problema más grave.

Herrera afirma que de los 135 millones de toneladas de residuos que se generan al año en México, sólo 107 mil 513 toneladas son bolsas de plástico.

La funcionaria pidió no “satanizarlas” y afirmó que la solución es la racionalización en su uso, la producción de bolsas biodegradables, el reciclaje y una mejor norma que regule la disposición final de los residuos.

Pero el gobierno de la ciudad de México considera que la gravedad de esta contaminación “no puede medirse por el peso de los residuos”, y se pronuncia por tomar medidas para disminuir la generación de bolsas. “Si las dejamos de producir no nos tendremos que preocupar por su manejo”, dice Claudia Hernández, coordinadora de proyectos de la Secretaría del Medio Ambiente del DF.

Decenas de países, como Irlanda, China, Taiwán y Estados Unidos, han adoptado políticas públicas y marcos legales para intentar frenar este problema.

Las bolsas de plástico son distribuidas principalmente por tiendas de autoservicio, minisupers, pequeños comercios y tianguis.

Una encuesta realizada por CELTICDREAM señala que 55% de la gente preferiría que en el súper le dieran bolsas de papel. El 87% de los consultados asegura que el uso de este producto representa un problema de contaminación.

72% de las bolsas salen de negocios pequeños
La Anipac asegura que las bolsas de plástico no contaminan, se manifiesta en contra de que se legisle para limitar su uso


En México se producen 390 mil toneladas de bolsas de plástico al año y su venta genera ganancias por 5 mil millones de pesos anuales. La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) asegura que de ese total de bolsas que se elaboran en el país, 28% se distribuye en 38 cadenas de supermercados.

El resto, 72%, se comercializa entre almacenes de ropa y regalos, tiendas de conveniencia (Oxxo, 7-Eleven, Super City, etcétera) y otros pequeños negocios dedicados específicamente a la venta de bolsas al mayoreo, cuyos principales clientes son los comerciantes de mercados, tianguis y tiendas de abarrotes.

La Asociación Nacional de la Industria del Plástico (Anipac) señala que en la República Mexicana hay 332 empresas involucradas en este sector, entre productores y proveedores de materias primas, hasta los encargados de la manufactura y la distribución.

El director de Anipac, Alfredo López Machorro, informó que de ese universo, 25 empresas se dedican a la elaboración de bolsas de plástico. Además de éstas, unas 180 micro y pequeñas compañías elaboran empaques plásticos. Esta organización ha sostenido reuniones con legisladores y funcionarios de la Semarnat para manifestarse en contra de cualquier iniciativa o política pública encaminada a restringir el uso de las bolsas de plástico con el argumento de que no contaminan. Ellos responsabilizan a los municipios por el mal uso de los residuos, lo cual provoca daños al ambiente. Y, al igual que la Semarnat, piden no "satanizar" este tema.

El mercado biodegradable
La industria dedicada a la fabricación de bolsas biodegradables y recicladas es incipiente, pues se conocen al menos cinco grandes empresas que las elaboran como Winsnes México, Bamboorganic, Tecnologías para la Protección Ambiental, Tierra Natural y Plásticos Degradables.
Las bolsas biodegradables se elaboran a partir del almidón de soya, de papa, de maíz, bambú y caña. Su tiempo de degradación es de entre 90 y 180 días, tiempo después del cual se convierten en abono.

Las compañías que las elaboran ofrecen este tipo de bolsas a las empresas que las quieran distribuir, mismas que suelen usar su imagen corporativa impresa. Pero son más caras que las de plástico. El Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW) señala que el costo aproximado de cada bolsa varía dependiendo la cantidad que se compre. Si se hace un pedido de 100 bolsas biodegradables a los fabricantes, cada una tiene un costo de 60 pesos. En contraste, la Anipac informó que el costo de elaboración de una bolsa para supermercado varía entre los 15 y 22 centavos, dependiendo su color y tamaño.

Las amenazas a la industria
Álvaro Rodríguez, investigador del Centro de Biotecnología del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, informó, con base en datos del INEGI, que cada año las ganancias de la industria dedicada a la fabricación del plástico son de 5 mil millones de pesos al año.

Indicó que aunque la demanda de plásticos en el país se incrementó en los últimos 10 años a raíz de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en los últimos cinco años el sector ha resultado afectado por el incremento en el costo de la materia prima y el crecimiento de los productos importados.

El académico señaló que, incluso, algunas empresas consultoras han dicho a los industriales del plástico que otra de las amenazas para este ramo es "la tendencia a la conservación ambiental". Sin embargo, indicó que para los industriales del plástico, la fabricación de bolsas recicladas y biodegradables representa a la vez una nueva oportunidad de crecimiento.

Alfredo López Machorro, director de Anipac, consideró que la mejor alternativa es el reciclaje, pues de esta manera no se desperdicia la energía que se emplea en la elaboración de cada bolsa.

Dicen que no contaminan
El representante de Anipac consideró que las bolsas de plástico por sí mismas no representan un problema de contaminación ambiental porque estos materiales no producen sustancias tóxicas que puedan alterar los ecosistemas.

"Es falso que contaminen, nadie ha comprobado que emitan alguna sustancia dañina para la naturaleza", señaló López Machorro.

Informó que Anipac, junto con la Semarnat, realizarán un estudio sobre el ciclo de vida de las bolsas de plástico para que, en todo caso, se logre un mejor uso de ellas y se pueda racionalizar el consumo de energías no renovables como el petróleo.

Sobre las iniciativas de ley que a nivel mundial pretenden restringir la producción y distribución de bolsas de plástico, comentó que este tipo de medidas afectan a una industria que ya de por sí es amenazada por la economía informal y la importación del producto. Insistió en que las bolsas de plástico tienen muchas utilidades; con ellas, dijo, no sólo se transportan los productos del supermercado sino que además sirven para conservar alimentos.

Hechas de petróleo
De acuerdo con la empresa ABC-Packet, de lo que se extrae de petróleo a nivel mundial, sólo 5% se emplea para la fabricación de bolsas de plástico. La Anipac, en cambio, asegura que únicamente se utiliza el 0.5%.

Las bolsas del súper, conocidas entre los industriales como camisetas -por las asas que tienen-, están hechas con polietileno de alta densidad y pueden transportar hasta 12 kilos de productos. Las bolsas con polietileno de baja densidad se usan por lo regular para la conservación de alimentos, pues pueden congelarse. Hay otras hechas a base de polipropileno que se usan para contener harinas, galletas y pastas, porque este producto las protege de la humedad. Unas más están hechas con polietileno lineal y se usan para empaquetar pañales y productos a granel que son pesados. Ninguna de las bolsas de ese tipo es biodegradable.




Para salvar al planeta



México avanza por fin en un tema que decenas de países como Irlanda, China, Taiwán y Estados Unidos adoptaron años antes: marcos legales que frenan la contaminación por medio de la vía más sencilla, el cambio en los hábitos de consumo.

Con la ley que aprobó ayer la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la cual prohíbe a cualquier establecimiento mercantil obsequiar bolsas de plástico para el traslado de la mercancía de los clientes, se da un ejemplo claro al resto de las legislaturas estatales y al Congreso de la Unión sobre la urgencia de este tipo de normas que sin implicar grandes erogaciones ayudan mucho a la ecología.

Un mexicano contamina en promedio más hoy de lo que lo hacía hace apenas 10 o 20 años, según cifras de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Por tanto, la razón del incremento en la polución no es tanto el crecimiento demográfico, como podría pensarse, sino un estilo de vida de alto consumo.

Cambiar esas inercias implica alterar intereses económicos de industrias y comercios cuyos costos aumentan cuando modifican sus procesos en beneficio del planeta. Lo sencillo es minimizar el problema —como hace la Secretaría de Medio Ambiente federal al señalar que la contaminación por bolsas de plástico sólo representa 1% del peso total de la basura— o eludirlo a través de acuerdos sin obligación alguna para empresas que se comprometen a ser más “responsables”. Resulta encomiable, por tanto, que la salud de las personas y del ambiente no se deje a la buena voluntad de los actores involucrados, sino a una obligación legal.

Sin embargo, la reforma es un primer paso que deberá acompañarse en el futuro inmediato con políticas públicas para hacerla efectiva; de lo contrario, sucederá lo mismo que con la norma de separación de residuos sólidos: publicidad y sanciones sin efecto alguno en los hábitos de la gente.